Analia Viviana Gutiérrez, es profesora de
literatura y fotógrafa. Es una persona muy apasionada en lo que hace. En su tiempo libre le gusta
pintar, escribir y leer. Su libro favorito es el “Principito”, ya que le parece
que cada vez que lo lee revela secretos nuevos de la vida. Su anhelo en un
futuro es escribir un libro relacionado a sus profesiones. Está casada y tiene
dos hijos.
¿Cuáles
son tus profesiones? ¿Dónde estudiaste?
Soy profesora de literatura y fotógrafa.
Fotografía
estudié en Molani, en Buenos Aires y después he hecho algunas capacitaciones en
Santa Fe y en Capital Federal que voy todo el tiempo.
El
profesorado de literatura lo estudié acá en el Instituto n° 57 y también hice
el profesorado en
educación primaria.
¿Por
qué elegiste esas carreras?
La docencia es algo que se lleva en la
sangre. Uno hace docencia todo el tiempo y la carrera de magisterio me permitió
encontrarme a mi misma y de ahí después descubrí las letras. La literatura es
como un puente, una llave que te permite explorar diferentes mundos, diferentes
realidades y a través de la literatura encontré ese contacto con la fotografía
y con el tiempo he descubierto que muchísimos escritores hacían fotografía
también, como que hay un puente muy estrecho entre lo que es la metáfora de la
literatura y la fotografía.
¿Hace
cuántos años sos fotógrafa?
Desde que hice la carrera debe hacer unos 6
años, que me dedico a la fotografía porque arranqué como hobbie debe hacer unos
20 años más o menos.
¿Qué
es lo que más disfrutas?
En realidad disfruto de todo lo que hago.
Soy una persona apasionada y pasional, entonces no puedo no hacer nada que no
sienta. Todo lo hago al 100%, no lo puedo hacer de otra forma.
¿Cómo
definirías tu estilo fotográfico?
Mi estilo fotográfico creo que es sencillo.
Mi fotografía es muy simple y natural. No es una fotografía cargada ni
saturada, es más bien de líneas simples y colores desaturados. Me gusta
mucho el retrato, captar la esencia de las personas, la macrofotografía y la
fotografía artística. Disfruto crear imágenes a partir de frases, situaciones o
emociones.
¿Cuál
es tu mejor foto y por qué?
Mi mejor foto en realidad, es una foto que
le saqué a una vendedora ambulante en Tucumán. Técnicamente, no es una de las
mejores fotos que he hecho, porque es una foto que hice de forma espontánea. La
vi, me impactó, me atravesó el alma y le saqué la foto a una mujer grande que
se ganaba la vida haciendo empanadas en el centro de Tucumán. Es una foto que
emocionalmente dice un montón y técnicamente tiene sus detalles. La técnica uno la va puliendo, perfeccionando, pero en realidad una
buena imagen tiene que tener sensibilidad. Era mirarle la cara y verle la historia
de vida, las manos, la cara, la mirada, los surcos de su cara. Esa es una de
mis fotos favoritas.
¿Qué
opinas del surgimiento de la fotografía en Chascomús?
Creo que no es solamente en Chascomús, hay
toda una movida cultural y sobre todo a través de la imagen. Hoy se mueve
muchísimo todo lo que es la imagen, entonces todo es a través de ella. A veces asusta un poco, porque uno va
también constantemente a la perfección y creo que también es importante como
toda arte. La literatura y la fotografía
generan belleza y trabajan con lo subjetivo. Es poder mostrar que hay
diferentes conceptos de belleza, que lo que para mí es bello, quizás para otra
persona no lo es. Hay que romper con esos modelos, estereotipos que tenemos,
hay belleza en lo cotidiano y en lo que no es perfecto.
¿Tenés
algún sueño pendiente?
Gracias a Dios, todo lo que me he
propuesto, lo que he tenido como objetivo a corto o largo plazo, lo fui
haciendo.
Vivo el día a día, disfruto mucho
de lo que hago y proyecto en función de eso, digamos, sin volar. No proyecto
sobre cuestiones materiales por ahí, entonces eso no me interesa, proyecto
sobre otras cosas que son más fáciles de cumplir todos los días.
Has
participado de muchos eventos fotográficos a lo largo de tu carrera. ¿Hay
alguno que recuerdes hoy en día?
Me gustan muchísimos las colgadas
callejeras. Hace unos años comencé a participar de un grupo de fotografía
itinerante, donde cada fotógrafo llevaba una serie de fotografías y las
colgábamos en las plazas, en los centros culturales o en alguna estación de
tren y nos íbamos moviendo de ciudad en ciudad. Realmente eso lo recuerdo como
una experiencia enriquecedora, primero por compartir con gente que tiene la
misma pasión que vos y después por la gente que va atravesando la plaza, vio tu
foto, se quedó mirándola y te pregunta porque le gustó.
“Al primero que le tiene
que gustar la foto es a uno”, pero está esa conexión especial cuando
alguien encontró algo en esa foto que vos hiciste. Hay un ida y vuelta cuando la
foto trasmite un sentimiento y la
persona lo descubre.
¿Comenzaste
en el mundo de la fotografía realizando exposiciones?
Primero empecé a participar en estas
exposiciones itinerantes colectivas y después acá en Chascomús he presentado
individualmente y siempre hago alguna muestra con alumnos. Una de las más cercanas hace un par de años,
cerramos el taller con una exposición para fin de año que se llamó “QUE NO SE
APAGUE TU LUZ”, mezclando la literatura y esa metáfora de que cada uno tiene
una luz propia y que la tiene que hacer brillar, combinando diferentes técnicas
fotográficas, una es el bokeh y la otra es el lighpainting. Entonces hicimos
con esas técnicas tarjetas de salutación para navidad y año nuevo, y cerramos
el año con esa serie de fotografías de luz, con la luz de cada uno. También hablando
del estilo fotográfico:”No puedo separar la literatura de la fotografía”,
por eso para la primavera, el año pasado hicimos una muestra al aire libre en
la laguna, con el sistema de tendedero, con los alumnos del taller. La expo se
llamaba “EL RAPTO DE PERSEFONE”, que es un mito que cuenta el nacimiento de la
primavera. Esto lo hicimos a través de una salida fotográfica al vivero,
fotografiamos todo una serie de flores, al ser más de 20 personas en el lugar
pensé que se iban a repetir algunas fotos, pero no hubo 2 fotos iguales, eso
hace la subjetividad y lo que es el arte. “Cada uno ve, donde otro no ve y
eso es lo mágico”.
¿Escribirías
un libro en un futuro o nunca te lo planteaste?
Sí, siempre escribo en realidad, pero lo
que escribo termina guardado en un cajón. Quizás en algún momento de mi vida lo
haga, en este momento, no. He escrito
algo de ficción porque me encanta ese género, pero sino podría escribir algo
relacionado a la fotografía.
Juliana Videla
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