jueves, 3 de mayo de 2018

Los adolescentes y la droga.

La adolescencia es un tiempo de cambios, de transformaciones, es cuando empezamos a formar nuestra personalidad, cuando buscamos ideales, algún referente a seguir. Al tener esos cambios, influye mucho lo que sucede en nuestra vida, nuestra casa, nuestros padres. Quizás por estas cosas es cuando se empieza con el consumo de drogas, a veces también porque se quieren divertir, o porque no quieren quedar mal delante de sus amigos o por el hecho de querer escapar de los problemas. Según El Observatorio Argentino de Drogas (OAD), la edad a la que empiezan a consumir drogas es de los 13 a los 16 años, plena adolescencia, también vemos un problema porque cada vez empiezan desde más chicos.

La cifra en Argentina del año 2001 a 2011 sobre la cantidad de adolescentes que consumen drogas es de: el éxtasis 1200%, la cocaína un 300% mientras que en los solventes e inhalantes el aumento fue de un 227%, la pasta base un 120% y la marihuana un 100%. Si bien la marihuana no ha crecido tanto, es la droga mayor consumida.

Las consecuencias que tienen las drogas son:
  • Trastornos fisiológicos y psicológicos: entre los trastornos fisiológicos tenemos el síndrome de abstinencia, convulsiones, cambios en el ritmo cardíaco, deterioro del sistema nervioso central, etc. Entre los trastornos psicológicos está: alucinaciones, tendencias paranoicas, depresión, neurosis, etc.
  • Deterioro y debilitamiento de la voluntad: el drogadicto se vuelve literalmente un esclavo de la droga, pudiendo hacer lo que sea para conseguirla.
  • Deterioro de las relaciones personales: el drogadicto ya no es capaz de mantener relaciones estables, ya sea con familiares o amigos. Muchas veces roba o engaña para poder conseguir droga, lo cual deteriora aún más sus relaciones.
  • Baja del rendimiento en el trabajo o en el estudio. Se llega al grado de abandonar metas y planes, recurriendo a la droga cómo única “solución”.
La droga cada vez es más consumida por los adolescentes y muchos de ellos no terminan bien, tampoco lo dejan si no que se vuelven más adictos.

Delfina Donadio.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario